Hay rutinas que matan y hay rutinas que asesinan
Hay rutinas narcoticas y rutinas que alucinan
Hay rutinas que se agradecen y las hay que envilecen
Hay rutinas que desconcentran y hay rutinas (algunas) que son creativas
Hay rutinas que se olvidan y rutinas indelebles
Hay rutinas que se nos suben a los hombros y hay rutinas que nos tiran a la cama.
Hay rutinas que no compilan y rutinas que funcionan por arte de magia
Hay rutinas que llevan el nombre de María y hay rutinas que se nombran Soledad.
Hay rutinas que nos desvelan y rutinas que nos conceden la vida
Lo que quiero decir es que hay de rutinas a rutinas y antirutinas de antología.