Ahora solo quiero espacio personal

Hace unos días concluí un proyecto importante, donde el rol fue distinto, enfocado completamente a la coordinación de esfuerzos de múltiples equipos de trabajo con distintas agendas e intereses. Fue un camino de muchos tropiezos, pero igualmente de mucho aprendizaje. Trabajar con personas es de los eventos más asombrosos que puede haber, porque no hay una ciencia detrás; solamente olfato de cómo se puede avanzar a pesar de algunos individuos o situaciones.

Las llamadas telefónicas son un asunto serio para mi generación (los nacidos en los ochentas y noventas), yo no estando exento de la condición fobia a las llamadas telefónicas con personas que no conozco. En ese sentido, prefería mil veces lo mensajes. Y lo dije bien, en pasado, porque algo que venía queriendo cambiar era esa situación, y lo logré. Ahora puedo tomar un teléfono y llamar a quien sea porque a mi me place (o necesito) hacerlo.

Tal vez no sea el avance del siglo, pero todo mundo cargamos con nuestros bugs  de fábrica. Lo importante es mejorarnos en términos cualitativos.

Ahora mismo me siento cansado, como después de esos eventos donde lo das todo y lo único que quieres es descansar, tomarte un tiempo para alinear otros intereses. En mi caso, la lectura y el ejercicio.